- El estudio se ha desarrollado en unas parcelas experimentales ubicadas en el Parque Natural de la Sierra Calderona y en La Hunde (Ayora).
- La humedad del suelo y su infiltración se vieron afectados por la gestión forestal, aunque la afección difiere según el clima y tipo de bosque.
“La gestión forestal de base ecohidrológica mejora el estado de conservación del suelo y su disponibilidad de recursos hídricos subsuperficiales en los bosques de regiones semiáridas”.
Esta es una de las principales conclusiones del artículo “Effectiveness of water-oriented thinning in two semiarid forests: The redistribution of increased net rainfall into soil water, drainage and runoff”, realizado por los investigadores del IIAMA-UPV, Antonio Del Campo, María González, Alberto García Prats Inmaculada Bautista, junto a Antonio J. Molina (IDEA-CSIC) y Carlos Juan Ceacero (Universidad Pablo de Olavide), y que se ha publicado en la revista científica “Forest Ecology and Management”.
El estudio forma parte del proyecto LIFE RESILIENT FORESTS y evalúa la incidencia que tiene la gestión forestal sobre diferentes procesos hidrológicos subterráneos
La investigación –que forma parte del proyecto de investigación LIFE RESILIENT FORESTS– evalúa la incidencia que tiene en el corto plazo las prácticas de gestión forestal sobre diferentes procesos hidrológicos subterráneos (recarga del suelo, humedad del suelo, escorrentía e infiltración), en dos tipos de bosques ubicados en la provincia de Valencia.
“El estudio se desarrolla en dos sitios con marcadas diferencias en factores como clima-bosque-suelo, aunque con una tipología común de baja producción de biomasa, alta densidad de árboles y competencia por los recursos subsuperficiales”, explica el autor principal del estudio, Antonio Del Campo.
Parcela ubicada en “La Hunde” donde se ha realizado gestión forestal
Concretamente, una masa forestal se encuentra en el “Parque Natural de la Sierra Calderona” y tiene vegetación predominante de pino carrasco y un clima prelitoral, mientras que la parcela ubicada en “La Hunde” (Ayora) es un monte público con pronunciado clima continental y cuya vegetación principal es de monte bajo de encina.
Los resultados determinan que la recarga de agua en el suelo y la infiltración se vieron afectados, aunque el impacto difiere según el clima y tipo de bosque
Principales resultados
Tras la investigación desarrollada, los resultados determinan que la recarga de agua en el suelo y la infiltración se vieron afectados por la práctica de gestión forestal, destacando que el impacto difiere según las variaciones locales-regionales en el clima y tipos de bosques.
“La recarga del del agua en el subsuelo y la infiltración fueron modulados en gran medida por el contenido de agua ya existente, que mejoró significativamente con la gestión forestal, pero en el que las condiciones del lugar y clima también fueron importantes”, afirma el profesor Del Campo
Por su parte, ni los flujos de agua laterales ni la escorrentía superficial se vieron afectados por las prácticas forestales, por lo que el papel protector del bosque en el control de la erosión del suelo no cambió con el tratamiento, aunque “mejoró la humedad del suelo y el drenaje, haciéndolos menos vulnerables a la sequía”, señala el investigador del IIAMA.
El profesor Del Campo considera que la gestión forestal debe focalizarse en el almacenamiento de agua en el suelo y en la recarga de agua subterránea
Por ello, el profesor Del Campo considera que ante este contexto, caracterizado por la escasez de agua, y una meteorología marcada con eventos torrenciales seguidos de largas temporadas secas, “la gestión forestal debe prestar especial atención tanto al almacenamiento de agua en el suelo como a la recarga de agua subterránea, dados sus roles clave en el mantenimiento de la cuenca y la resiliencia de los ecosistemas”, sostiene el Dr. Del Campo.
Parcela ubicada en el “Parque Natural de la Sierra Calderona”, donde se ha realizado gestión forestal
La gestión forestal de base ecohidrológica
La gestión forestal basada en la ecohidrología es un enfoque integrado que sitúa al agua en el centro de la planificación y gestión del bosque y que persigue manipular y optimizar las interacciones entre los bosques y el agua mediante un enfoque de base ecosistémica.
Dicho enfoque prioriza mejorar la resiliencia de los bosques a través de un efecto de riego del bosque árboles después de la intervención silvícola, y ha cobrado fuerza especialmente en los bosques semiáridos donde la provisión de bienes y servicios está amenazada por cambios globales y las sequías más intensas.