Mireia Roncero ha obtenido uno de los “Accésits” de la quinta edición de los “Premios a los mejores Trabajos Académicos relacionados con los ODS del Eje Planeta”, organizados por la Cátedra Cooperación y Desarrollo Sostenible (adscrita al Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente y financiada por la Vicepresidència primera i Conselleria de Serveis Socials, Igualtat i Habitatge de la Generalitat Valenciana).
Su Trabajo Final de Máster “Development of an urban strategic planning tool for carbon neutrality from a district perspective. Case study: Valencia”, ha sido dirigido por Tomás Gómez Navarro y Carla Montagud Montalvá,
Mireia es graduada en Ingeniería Química por la Universidad de Valencia (UV), ampliando su formación con el Máster Universitario en Tecnología Energética para el Desarrollo Sostenible (MUTEDS) en la Universitat Politècnica de València (UPV). Actualmente me encuentro realizando un Doctorado en el programa de Desarrollo Local y Cooperación Internacional de la UPV, dentro de la línea de investigación Territorio, redes de aprendizaje e innovación.
Actualmente, se encuentra realizando el Doctorado en el programa de Desarrollo Local y Cooperación Internacional de la Universitat Politècnica de València, bajo la dirección deCarla Montagud y David Ribó, en la línea de investigación “Territorio, redes de aprendizaje e innovación”.
– ¿Podrías explicarnos, de forma general, en qué consiste el trabajo con el que has sido galardonado?
El trabajo se centra en el desarrollo de una herramienta para la planificación estratégica de la descarbonización urbana, aplicada al caso de la ciudad de Valencia. Para ello, hemos elaborado un inventario detallado de la huella de carbono a escala de distritos y barrios, incorporando tanto las emisiones directas (como las generadas por el consumo de energía o el uso de vehículos), como las indirectas (relacionadas con el consumo de alimentos, bienes, servicios, viajes o residuos).
La huella de carbono es una herramienta clave para medir el impacto climático de las actividades.
El enfoque del trabajo es especialmente innovador porque la mayoría de los inventarios urbanos se limitan a calcular las emisiones a escala ciudad y centrándose en las emisiones directas (como el uso de vehículos) o las asociadas al consumo energético (como la electricidad o el gas).
“Al incluir tanto emisiones directas como indirectas y desagregar el análisis a escala de barrio, logramos obtener un diagnóstico más preciso, completo y territorializado de las emisiones urbanas”
Al incluir tanto emisiones directas como indirectas y desagregar el análisis a escala de barrio, logramos obtener un diagnóstico más preciso, completo y territorializado de las emisiones urbanas.
Una vez calculada la huella de carbono, evaluamos una serie de acciones de descarbonización —como la electrificación de la demanda térmica, la movilidad sostenible o el autoconsumo fotovoltaico—, analizando su potencial de reducción de emisiones en los barrios con mayor impacto. Así, no solo identificamos dónde y por qué se emite más, sino también qué tipo de medidas son más efectivas y en qué zonas sería más estratégico aplicarlas
Valencia fue seleccionada como caso de estudio no solo por la buena disponibilidad de datos, sino también por su enorme riqueza y diversidad urbana, que la convierte en un laboratorio perfecto para este tipo de análisis. Su tejido urbano reúne realidades muy distintas en un mismo término municipal: desde zonas agrícolas como la huerta o la Albufera, hasta barrios residenciales, grandes avenidas o un centro histórico con predominio peatonal.
Esta variedad nos ha permitido analizar cómo influyen factores como el diseño urbano, el nivel socioeconómico o la antigüedad del parque edificado en los patrones de emisión, y adaptar las estrategias de mitigación a cada contexto específico.
En resumen, el trabajo proporciona una base sólida para diseñar estrategias urbanas de mitigación del cambio climático más eficaces, equitativas y adaptadas a la realidad local, con el objetivo de avanzar hacia ciudades climáticamente neutras.
“Las emisiones de gases de efecto invernadero no se distribuyen de forma homogénea en el territorio urbano: factores como el tipo de edificación, el nivel de renta, el acceso a transporte público o los hábitos de consumo generan grandes diferencias entre barrios”
– Tras realizar el estudio, ¿cuáles han sido las principales conclusiones o aprendizajes que has obtenido?
Una de las principales conclusiones del estudio es que las emisiones de gases de efecto invernadero no se distribuyen de forma homogénea en el territorio urbano, y que factores como el tipo de edificación, el nivel de renta, el acceso a transporte público o los hábitos de consumo generan grandes diferencias entre barrios.
Esto pone de manifiesto la importancia de territorializar las estrategias climáticas, ya que aplicar las mismas medidas en toda la ciudad puede ser ineficaz.
Otra conclusión clave es que las emisiones indirectas representan una parte muy relevante de la huella de carbono urbana. Incorporarlas al análisis permite tener una visión más realista del impacto climático de nuestras ciudades, y a la vez identificar acciones de mitigación que van más allá del consumo energético directo, o el uso del transporte público como la alimentación sostenible, el fomento del comercio local o la reducción de residuos.
“Uno de los principales retos que hemos detectado a lo largo del trabajo es la limitada disponibilidad de datos a escala de barrio”
Además, uno de los principales retos que hemos detectado a lo largo del trabajo es la limitada disponibilidad de datos a escala de barrio, tanto desde el punto de vista técnico como, especialmente, en los ámbitos económico y social. Esta carencia dificulta el desarrollo de herramientas verdaderamente informadas y adaptadas a la realidad local.
En este sentido, el trabajo pone de manifiesto la necesidad urgente de mejorar la calidad y la resolución de los datos urbanos si se quieren diseñar estrategias de descarbonización eficaces, equitativas y basadas en evidencias. No basta con tener información energética o de consumo: también hacen falta indicadores que nos ayuden a entender las condiciones sociales, la vulnerabilidad o la capacidad de acción real de los distintos barrios y colectivos.
“La transición ecológica en las ciudades debe construirse no solo con criterios técnicos, sino también con una mirada integradora y contextualizada”
A nivel académico y personal, ha sido un proceso muy enriquecedor. Realizar este trabajo en el marco de la Cátedra de “Transición Energética Urbana” me ha permitido aprender de un equipo multidisciplinar, compartir conocimientos con otros compañeros que también estaban desarrollando trabajos relacionados, y estar en contacto con proyectos reales y actuales de transformación urbana.
Esta experiencia me ha permitido entender de forma más profunda cómo se construyen las estrategias urbanas y reforzar la idea de que la transición ecológica en las ciudades debe construirse no solo con criterios técnicos, sino también con una mirada integradora y contextualizada.
– Desde tu perspectiva, ¿crees que en España se están aplicando medidas efectivas para alcanzar los ODS? ¿Qué aspectos destacarías?
Desde mi perspectiva, en España se han implementado diversas medidas para avanzar hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), especialmente en áreas como la transición energética y la gobernanza climática. La creación de cátedras universitarias orientadas a los ODS, así como la implicación progresiva de algunas empresas que empiezan a adaptar sus procesos productivos, muestran un creciente interés institucional y sectorial por la sostenibilidad.
Sin embargo, los avances siguen siendo desiguales, parciales y, en muchos casos, demasiado lentos. El Informe de Desarrollo Sostenible 2024 señala que solo el 17 % de las metas avanzan adecuadamente a nivel global, y en el caso de España, aunque se observan progresos en algunos objetivos como la igualdad de género (ODS 5), siguen existiendo importantes desafíos en materia de acción climática (ODS 13), protección de los ecosistemas terrestres (ODS 15) y transición hacia modelos de producción y consumo más sostenibles (ODS 12). Esto evidencia que los esfuerzos actuales no son suficientes para revertir la tendencia climática ni para cumplir de forma integral los ODS.
“España ha iniciado el camino, pero si queremos estar a la altura del reto climático y social que enfrentamos, necesitamos avanzar con más ambición”
Desde una perspectiva académica y profesional, echo en falta una apuesta más decidida y estructural, que no se limite a medidas parciales, sino que cuestione y transforme los fundamentos de nuestro modelo de desarrollo. Necesitamos poner en el centro la vida, la tierra y las personas, y eso implica también incorporar la sostenibilidad como un eje transversal en todas las disciplinas, incluida la ingeniería, donde todavía no se valora ni se integra suficientemente en los primeros niveles formativos.
En definitiva, España ha iniciado el camino, pero si queremos estar a la altura del reto climático y social que enfrentamos, necesitamos avanzar con más ambición.
– ¿Cómo viviste el momento en que supiste que habías sido premiada en la V Edición de los Premios de la Cátedra de Cooperación y Desarrollo Sostenible?
Me dio mucha alegría haber sido premiada por la Cátedra. Cuando recibí la noticia, sentí una mezcla de emoción, agradecimiento y validación personal. Por un lado, agradezco sinceramente al jurado por haber valorado tan positivamente mi trabajo y reconocer el esfuerzo, la dedicación y el compromiso que hay detrás de él. Es un reconocimiento que me anima a seguir investigando y trabajando en esta línea.
“A medio plazo, mi propósito es seguir trabajando en proyectos que integren sostenibilidad, planificación urbana y justicia social”
Por otro lado, valoro enormemente la existencia de esta Cátedra y de premios como este, que visibilizan la importancia de incorporar los Objetivos de Desarrollo Sostenible en el ámbito académico y profesional. Que se premien trabajos centrados en la sostenibilidad urbana, el territorio y las personas es también un gesto que refuerza una manera de entender la ingeniería más crítica, comprometida y conectada con los retos reales de nuestra sociedad.
Fue, sin duda, un momento muy especial, que me dio un impulso para seguir aportando desde la investigación a una transformación más justa y sostenible.
– ¿Qué proyectos tienes en mente para el futuro?
A medio plazo, mi propósito es seguir trabajando en proyectos que integren sostenibilidad, planificación urbana y justicia social, y contribuir, desde la investigación aplicada, al desarrollo de ciudades más resilientes, habitables y sostenibles.