“Los efectos del cambio climático conducen a un escenario de aumento general de la severidad de las sequías tanto meteorológicas como hidrológicas, debido a los efectos combinados de la reducción de las precipitaciones y el incremento de la evapotranspiración”.
En el estudio se han comparado los períodos de sequía meteorológica e hidrológica de la serie histórica, con los resultados de diversas combinaciones de modelos climáticos globales y regionales
Esta es la principal conclusión del artículo “Combined use of relative drought indices to analyze climate change impact on meteorological and hydrological droughts in a Mediterranean basin” elaborado por los investigadores del Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente de la Universitat Politècnica de València (IIAMA-UPV), Patricia Marcos, Antonio López y Manuel Pulido, y que ha sido publicado en la revista científica Journal of Hydrology.
Para realizar el trabajo- enmarcado dentro del proyecto IMPADAPT-, se ha utilizado como caso de estudio la cuenca del Júcar, donde se han comparado los períodos de sequía meteorológica e hidrológica de la serie histórica, con los resultados de diversas combinaciones de modelos climáticos globales y regionales.
Asimismo, se ha considerado el hecho de que en esta cuenca coexisten tres áreas climáticas diferentes – continental en la zona alta, mediterránea en la cuenca inferior y de transición en la cuenca media-, a fin de evaluar la variabilidad espacial de los impactos del cambio climático sobre la intensidad y duración de los periodos de sequía en cada una de ellas.
Metodología desarrollada
“Tradicionalmente, se han empleado índices estandarizados para identificar y evaluar las sequías, debido a su simplicidad y flexibilidad para comparar la desviación de las condiciones normales entre las regiones en diferentes escalas temporales. Sin embargo, la base estadística de estos índices asume la hipótesis de estacionariedad para ciertos aspectos de las variables climáticas, que sería cuestionable en un contexto de cambio global”, explica Patricia Marcos.
Por este motivo, se ha desarrollado una metodología adaptada a las cuencas mediterráneas que permite analizar el impacto del cambio climático sobre las sequías, considerando los cambios en las variables precipitación y temperatura.
La investigación recoge que las áreas donde se encuentran la mayoría de los recursos hídricos son más propensas a sufrir un aumento en la severidad de la sequía
“Concretamente, se propone caracterizar los episodios de sequía mediante una combinación de índices estandarizados relativos para diferentes variables precipitación (rSPI), precipitación y evapotranspiración (rSPEI) y caudales (rSFI). El cálculo de estos índices implica adoptar una determinada función de distribución, por lo que la incertidumbre y la estacionariedad de los parámetros de la misma se evalúan a través de técnicas de remuestreo”, afirma la investigadora del IIAMA.
Asimismo, para aplicar el método propuesto a una cuenca mediterránea semiárida como la del Júcar, se han introducido modificaciones en los modelos originales para mejorar, por un lado, la estimación de la evapotranspiración potencial durante los meses fríos y, por otro, la representación de los caudales bajos, y de esta forma, mejorar la caracterización de las sequías hidrológicas.
Según el último informe del IPC, las emisiones actuales de gases de efecto invernadero aumentarán el calentamiento global y producirán cambios duraderos en el sistema climático
Resultados principales
“Nuestros resultados muestran una gran incertidumbre con respecto a la disponibilidad futura de recursos hídricos en la cuenca. De hecho, el estudio demuestra como los diferentes escenarios de cambio climático conducen a un aumento general de la duración e intensidad de las sequías tanto meteorológicas como hidrológicas, por los efectos combinados de la reducción de las precipitaciones y el incremento de la evapotranspiración”, indica el director del IIAMA, Manuel Pulido.
En este sentido, se ha observado como en los escenarios a corto plazo, las sequías serán de menor magnitud e intensidad que las identificadas para los escenarios a medio plazo. Además, la investigación recoge que las áreas donde se encuentran la mayoría de los recursos hídricos de la cuenca (zona alta) son más propensas “a sufrir un aumento en la severidad de la sequía bajo el cambio climático, que empeorará a medio plazo”, destaca la investigadora del grupo de Ingeniería de Recursos Hídricos.
Por todo ello, el profesor Pulido afirma que este tipo de estudios deben desempeñar un papel importante “en el diseño de los futuros planes de gestión de la sequía y de estrategias de adaptación”.
Las sequías
Las sequías, generalmente definidas como desviaciones de las condiciones normales de disponibilidad de agua, a menudo comienzan con una falta prolongada de precipitación y luego se propagan a otros componentes del ciclo hidrológico. Las sequías persistentes pueden conducir a un agotamiento significativo de los volúmenes almacenados en los embalses y de los niveles de agua subterránea, con una amplia gama subsiguiente de impactos socioeconómicos y ambientales.
Según el último informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), las emisiones actuales de gases de efecto invernadero aumentarán el calentamiento global y producirán cambios duraderos en el sistema climático, aumentando la probabilidad de eventos extremos.
En esas condiciones, las sequías podrían volverse más frecuentes y graves en todo el mundo, con un impacto cada vez mayor sobre los recursos hídricos. En este contexto, la región del Mediterráneo emerge como una de las zonas más afectadas por el cambio climático.